domingo, 5 de abril de 2020

Resistiré

Foto: Hdad. Gran Poder.
“El coraje es un tipo de salvación”.

Se nos llama a resistir. Qué palabra, ¿verdad? Cuesta entender todo lo que está pasando, asimilar lo que estamos perdiendo y vislumbrar la dura cuesta que el futuro está cociendo para todos nosotros. Y de repente, en este escondido abril que recién nace, el calendario se empeña en castigarnos: es Domingo de Ramos. Y de fondo, una canción que se ha convertido en himno.

Tenemos delante un escenario que nunca habíamos conocido: la Semana Santa sin pasos en la calle. Y esa canción, otra vez de fondo. Un canto a la vida que retumba como un trueno en la noche silenciosa. La escribió el Dúo Dinámico hace 32 años pero bien podría haberla escrito Dios hace casi dos milenios. Porque la historia de Dios, igual que la tuya, también es un canto a la vida.

La Semana Santa es la vida. Y la vida es una continúa resistencia. Es una lucha contra la enfermedad, contra la soledad, contra el paro, contra la inseguridad, contra la nostalgia… Y todo, todo contra lo que luchamos, apunta a una única diana: vivir. Tan importante será resistir que el propio Dios resistió para morir, para vivir… para vivir muriendo. Esa es su verdadera grandeza.

Lo mismo le pasa a la Semana Santa. Una fiesta de valores muertos que ha resistido y resiste la vida como Dios resistió a la de San Gregorio. La Semana Santa resistirá. Y cuando hablo de la Semana Santa no hablo de un ente, de una fiesta o de una tradición. Hablo de ti. De ti, que hoy eres un mar de pena y melancolía porque tu Cristo y tu Virgen te dan la medicina que necesitas. La Semana Santa es la vida, claro que es la vida. Y la vida eres tú.

Tuya es la responsabilidad de sentir como la sientes siempre, de llorar como la lloras siempre y de reflexionar y vivir como la vives siempre. La Semana Santa que hoy te escuece no te la ha quitado el coronavirus. Ni la muerte podría quitártela. Porque la Semana Santa resiste y combate lo mismo que tú, lo mismo que Dios.

Resiste, resiste siempre. Cuando estos días recuerdes años pasados en el sofá, cuando el dolor quiera herirte y robarte lo que tan fuerte late dentro de ti, cuando sientas que pierdes todas las partidas… resiste. Como resiste Dios en cada calleja de la Judería, en la estrechez de Placentines o en la frontera que marca un puente. Resiste como una zancada imposible. Como el azahar ya marchito, como la melodía que se aleja, como el olor de la cera y el ruán, como el niño que no quiere perderse una.

Nadie puede robarte la Semana Santa, porque la Semana Santa eres tú. Y tú eres indestructible si llevas a Dios a tu lado. Así lo canta cada año el compositor más grande que ha dado la historia. El que camina, habla, cae, levanta, vive y muere cada vez que tú lo llamas. No es cuestión de espacio, es el tiempo sin tiempo del niño que hoy te pide que resistas.

Así lo creo, porque así lo siento.
Como siento la paz, la luz y el amor.
Hoy es Domingo de Ramos y ha vuelto como vuelve siempre.
TU Semana Santa, MI Semana Santa, NUESTRA Semana Santa.
La Semana Santa del pueblo. La Semana Santa del Gran Poder.



José Antonio Montero Fernández.

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