lunes, 10 de junio de 2019

Un agujero en el tiempo

Robert Wilson, Nobel de Física del año 1978, llegó a afirmar que el ser humano solo conoce actualmente el 4% de todo el universo. Nada sabemos del 96% restante. Afirmación, por cierto, que comparten la gran mayoría de los científicos hoy día. Hay cosas que se nos escapan, cosas que no estamos preparados para entender. ¿Qué ciencia puede explicar lo de la Virgen del Rocío?

Todo se le queda corto. Ni la física, ni la química, ni la psicología, ni la sociología, ni la antropología... Ni la propia religión, que no es una ciencia pero sí una materia, tiene respuestas para Ella ¿Por qué se le escapa todo? ¿Por qué la Virgen del Rocío? ¿Cómo, cuándo, dónde? ¿Acaso quién? Da igual la pregunta y las vueltas que se le den, la Virgen del Rocío esquiva cualquier palabra que nos inventemos en nuestro simple vocabulario.

Y de repente, en ese hermoso descontrol, en ese sinsentido mental y existencial, aparece la Virgen. Un Lunes por la mañana, con todo el sol en el oro de sus ropas, con todas las palmas del mundo, con los empujones, los codazos, los gritos, los vivas y los olés. Y de repente, un chispazo. Y todo se borra, todo desaparece. Todo menos su cara. Y ahí se oye a la gente. Y entonces te cuadran las cuentas: "Madre, mi niña, que está con la selectividad"; "Gracias Rocío, gracias. Gracias por mi madre y mis hermanos"; "Ay Virgencita, que contigo me voy a curar seguro"; "Rocío aquí la tienes, como tú se llama. Gracias Madre, gracias".

Y todo tiene sentido. La grandeza de la Virgen del Rocío es que es capaz de acumular en su corazón a millones de personas con millones de universos personales en su interior. ¿Por qué? No lo sabemos. Ni es necesario que lo sepamos. Ahí es dónde radica el altar de todo esto. El Rocío no hay que entenderlo ni explicarlo, solo hay que sentirlo y vivirlo, aprenderlo y enseñarlo, quererlo y ponerlo en práctica. La Virgen del Rocío es un agujero en el tiempo que nunca podremos llegar a entender.

Un agujero en el tiempo que contradice a la razón, que arrastra la lógica y los ideales, que absorbe todo lo superficial. La Virgen del Rocío es un agujero en el tiempo que comunica el hoy y el ayer, el llanto y la risa, el sí y el no. Lo posible y lo imposible, lo divino y lo humano. Nada existe ante la Virgen del Rocío, nada. Porque todo es Ella, porque todo nace y muere dentro de Ella.

Eso es la Virgen del Rocío. Lo aquí escrito y todo lo contrario, lo que nunca podrás decir, lo que nunca podrás explicar ni entender, lo siempre se te acabará escapando de las manos. Porque no puedes controlarlo, porque no quieres controlarlo, porque no debes controlarlo. Como le pasa a la vida, al universo, al amor y a la felicidad. Lo que fuimos, somos y seremos.

Miles de corazones latiendo.
Miles de corazones sintiendo.
Miles de niños viviendo.
El 96% que no conocemos.
Un agujero en el tiempo.
La Virgen del Rocío, un Lunes de Pentecostés.



José Antonio Montero Fernández.

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